dixo. Yo le mandè, que la tornase à mirar mui mas particularmente, i
viese si en ella havia algunos Caminos, que fuesen seguidos, i esto sin
alargarse mucho, por el peligro que podia haver. El fue, i topando con
vna vereda, se fue por ella adelante, hasta espacio de media Legua, i
hallò vnas Choças de unos Indios, que estaban solas, porque los Indios
eran idos al Campo, i tomò vna Olla de ellos, i vn Perrillo pequeño, i
vnas pocas de Liças, i asi se bolviò à nosotros; i paresciendonos que se
tardaba, embiè otros dos Christianos, para que le buscasen, i viesen què
le havia suscedido, i ellos le toparon cerca de alli, i vieron, que tres
Indios, con Arcos, i Flechas, venian tras de èl, llamandole, i èl
asimismo llamaba à ellos por señas: i asi llegò donde estabamos, i los
Indios se quedaron vn poco atràs, asentados en la misma Ribera; i dende
à media hora acudieron otros cien Indios Flecheros, que agora ellos
fuesen grandes, ò no, nuestro miedo les hacia parescer Gigantes, i
pararon cerca de nosotros, donde los tres primeros estaban. Entre
nosotros escusado era pensar que havria quien se defendiese, porque
dificilmente se hallaron seis, que del suelo se pudiesen levantar. El
Page annotations:
Add a page annotation: